El Editorial, tenemos que decir que momentáneamente (porque cada vez en los rotativos hay que empezar a buscar las noticias de Ucrania ya no están en primera página, aunque la guerra allí continúa) dicen que con menor intensidad continúa.
Claro, dicen que “con menor intensidad” porque ya llevamos más de 70 días y parece que es menor, pero la avanzada rusa sigue, en plan apisonadora según parece en otras zonas más allá del Donbás.
En esta última, la acería de Mariupol parece que no se ha rendido, pero el Batallón Azov ha dicho que se encuentran en unas situaciones muy difíciles. Con muchos heridos y muchas dificultades. (Esto dicho por los propios del Batallón. Rusia no ha comentado nada, solo permanece paciente alrededor de la acería).
Y, al tiempo, parece ser que en la ciudad de Mariupol sigue habiendo civiles. La acería se vació de niños, ancianos y mujeres, por lo tanto ya solo quedan combatientes, los cuales son los que están diciendo que se encuentran en una situación muy delicada.
Por otra parte, empiezan las acusaciones de que si Moscú quiere prolongar la guerra, de que si no lo quiere… Estados Unidos están callados, y China -por supuesto- sigue sin decir nada, y Zelenski trata de mantener activa la propaganda de la situación. La última aportación de este último es que van a juzgar a un soldado ruso por crímenes de lesa humanidad…
¿Qué valor tiene? ¿Algo de venganza y propaganda? Ese no es procedimiento habitual.
Por otra parte, están hablando de las necesidades económicas que necesitará Ucrania para recuperarse. Este es un dato que incita a favor de pensar que el fin está más o menos cerca.
Pero… parece ser que el ejército ruso está mejor organizado de lo que dicen, y se está aposentando en los sitios que ha ido conquistando. Además, sus aspiraciones por la región de Odesa siguen siendo importantes, así como por otra región del norte que le permitiría una buena conexión con otros países.
En fin, todo son conjeturas, dimes, diretes. Ya no hay la noticia de última hora. Eso tuvo su fracción de tiempo y… ya. La guerra sigue y deberían seguir las noticias de atrocidades, pero… no es así. Lo que había que descubrir, ya se ha descubierto.
Lo grave es que nos da la sensación de que ¡ya! Pensábamos que el 9 de mayo, por ser la fecha del aniversario de la liberación del fascismo, la situación cambiaría y tendría un tinte diferente desde entonces, pero… no. Hubo la típica propaganda dictatorial del Putin, arrogarse el derecho de cuidar a los rusos, pero no se habló de una guerra con Ucrania, ni nada parecido.
Los otros países han hecho lo que tenían que hacer. La última novedad es que un gaseoducto ruso que pasa por territorio ucraniano está cortado por los ucranianos. Pero es algo muy momentánea, porque está en zona ucraniana dominada actualmente por los rusos…
O sea, la situación no da de sí. Y volvemos a los corresponsales, pero, aunque siguen allí no les permiten informar libremente. Están a buen recaudo en apartamentos, etc. y les llevan de vez en cuando a algún sitio para que tomen imágenes. La verdad es que no tenemos ningún reportaje de la guerra, y ya hace unos cuantos días de esto. Por lo tanto, esto indica que el qué está pasando y cómo está pasando, lo sabrán algunos. Parece que a los ucranianos tampoco les interesa saber qué está pasando realmente (porque el trato los corresponsales no lo hacen por cuidarlos. No). Antes sí se tenía cuidado, pero ahora no. (Fíjense en la última mujer corresponsal que falleció. Estaba en un apartamento, pero con la mala suerte de que los misiles dieron con él. Pero no estaba en un frente de guerra).
La situación empieza a ser tan incómoda que nosotros manejamos la esperanza, y en base a ella, tratamos de encontrar orificios que nos den lugar a esa esperanza (como teníamos en mente la fecha del 9 de mayo). Ahora el silencio lo interpretamos como que están tramando algo… Pero, también nos dicen que las conversaciones de paz están totalmente cerradas. No hay conversaciones.
Como todos sabemos, en todas las guerras hay conversaciones, la cosa depende de a qué nivel estén. A nivel cotidiano, las hay.
En fin, la situación se nos antoja con nuestra esperanza queriéndose caer, pero no vamos a dejar que decaiga. Lo que ocurre es que Rusia y Siria están ahí, después de 12 años (Basar al Assad sigue ahí, con una guerra civil). Hay una zona de resistencia (el resto del país está tomado), pero esa zona sigue resistiendo y sigue siendo bombardeada por los rusos. Queremos pensar que no la han conquistado porque no han querido. Sigue la guerra, pero encontrar una noticia de Siria, es casi imposible.
Pasa igual con Venezuela: antes que si un dictador, que si tal, que si cual… Y ahora viene la gente de allí y dicen que la cosa no está tan mal. Nosotros tenemos comunicaciones de personas de allí, y no dicen eso.
Con Cuba pasa igual después de 63 años. O con Guinea, o con Corea del Norte… Parece que la humanidad se acostumbra a noticias de guerra. Y pasa igual con la hambruna.
Nuestra humanidad está pasando por una etapa de falta de expectativas, de creatividad, de falta de responsabilidades, de falta de concienciación, de falta de criterio de unidad, de falta de criterio de un todo (pase lo que pase, como es en otra parte, le da igual. Nunca le llegará). Pero, todo llega, tarde o temprano.
Queda bien decir: ya, pero mientras llega, yo hago o deshago… En fin, es terrible la sensación que nos da. Ya tendremos ocasión de hablar de esta situación de humanidad.