Tras la revalorización del 8,5% en la retribución mensual de las pensiones del sistema de la Seguridad Social en su modalidad contributiva supone, nada más y nada menos, un gasto mensual de casi 12.000 millones. Es decir, todos los meses tenemos que pagar esa cantidad.
Recogemos los datos aparecidos en el diario La Información:
“Tras la subida de las pensiones con el IPC aplicada desde el presente mes de enero, la pensión media de jubilación ha aumentado un 9,8%, hasta los 1.368,3 euros mensuales. Por su parte, la pensión media del sistema, que comprende las distintas clases de pensión (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares), se incrementó también un 9,8% interanual, hasta situarse a 1 de enero de este año en 1.189,1 euros mensuales.”
“Por regímenes, la pensión media de jubilación procedente del general es de 1.527,8 euros al mes, mientras que la más baja la registra el régimen de autónomos, de 910,9 euros/mes. En la minería del carbón, la media de jubilación mensual se sitúa en 2.666,9 euros, y es de 1.518,7 euros en el régimen del mar. En las nuevas altas por jubilación, la cuantía media en el mes de diciembre de 2022 -último dato oficial del que se dispone- fue de 1.462,8 euros mensuales.”
Y el Gobierno ha dicho que no hay problema. ¡Esto no lo pueden presentar en Europa como mantenible! Ahora querrán que los ciudadanos que cotizan cada vez paguen más, pero… cada vez hay menos ciudadanos que trabajen, y los que lo hacen cada vez cobran menos. Hoy por hoy, un pensionista cobra de media más que un trabajador mileurista.
Nos parece muy bien que los pensionistas cobren eso, y ojalá que pudieran cobrar más. Y si hay que subir los impuestos para que cobren más, y si se sube un poco más las pensiones por dependencia, pues… ¡bienvenidos! Pero que dichos impuestos vayan destinados a las pensiones.
¡Queremos que nos echen las cuentas! (Igual que hemos dicho en El Editorial con referencia a las ayudas que recibe Ucrania)